ADVERTENCIA, el número de palabras de esta entrada puede
causar vértigo a algunas personas, por ese motivo se ha dividido en tres:
Paradoja de Fermi, Ecuación de Drake y Civilizaciones Superiores.
Todo ser humano que se aprecie, se ha preguntado alguna vez
si estamos solos en el universo. Si existen los “platillos volantes” o son
producto de la imaginación (o parte de un elaborado plan para sacar dinero a un
programa de debate cutre de tv), si acaso existiesen seres de otro planeta, ¿cómo
serían? Las películas holibudienses los pintan como un humanoide con un cerebro
gigantesco con forma de pera invertida y ojos de insecto. Pero casi todos
sospechamos que probablemente su anatomía sea más excéntrica, adaptada al ambiente
de su planeta natal. En realidad ni siquiera tiene porqué ser formas de vida
basadas en el carbono como la nuestra, pueden ser de base de silicio u otros
elementos (aunque es verdad que el carbono es la base más probable).
Pero esas civilizaciones, ¿dónde están?, son muy avanzadas a
nosotros y se esconden, no existen, no han tenido tiempo de llegar a establecer
contacto, o todas se han extinguido debido a la imposibilidad de los viajes
interestelares. Son muchas las opciones que se pueden barajar, pero si queremos
averiguar dónde andan lo primero es saber en qué planetas puede surgir vida
inteligente. Nuestro planeta no es ningún caso excepcional a simple vista, un
planeta rocoso orbitando una estrella de tamaño medio en un punto impreciso en
un brazo de una galaxia elíptica común. Casos parecidos los encontramos a
patadas una vez que disponemos de los métodos adecuados. En la última década
los planetas habitables conocidos han crecido exponencialmente, actualmente se
conocen más de 500, todos ellos en la vía láctea.
Si seguimos el principio de mediocridad copernicano,
llegaremos a la conclusión de que debería haber vida en ellos, es más vida
inteligente capaz de emitir señales al espacio. En 1950, el físico Enrico Fermi
se hizo esa misma pregunta que dio nombre a la paradoja. Si supuestamente
existen tantas civilizaciones alienígenas por qué no hemos captado ninguna
evidencia (científica y demostrable, no valen garabatos en el campo) de su
presencia. Automáticamente surgieron multitud de respuestas a esa pregunta,
algunos de sus colegas bromearon con él y dieron la primera respuesta: ya están
aquí, y se llaman húngaros.
Fermi, como físico nuclear dio sus propias respuestas. Él
tenía alguna incertidumbre sobre el futuro de la especie y su solución decía
que todos se habrían autodestruido con
armas de aniquilación masiva. Por eso ninguna civilización es capaz de superar
un determinado nivel evolutivo. Existen cantidad de hipótesis que pueden constituir
una solución a la paradoja de Fermi. En este blog están haciendo un repaso de
no una ni dos, sino cincuenta soluciones, de momento llevan 39 y la verdad es
que son todas muy interesantes y están explicadas de forma excelente: http://fisicacf.blogspot.com/
Existe un grupo de teorías que busca aportar una solución a
la paradoja de fermi que explica que seamos la única civilización inteligente
en la galaxia, o la primera en serlo. Se trata de la hipótesis de la tierra
especial. En 1961, diez años después de Fermi y su paradoja, Frank Drake creó
una ecuación que le permitiría aproximar la cantidad de planetas que podían poseer
vida inteligente, la ecuación de Drake, que trataré en el post de mañana. Que prometo, será bastante más largo que este.
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